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  • Løu Matilla
  • 8 sept 2021
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 7 may 2023

En la cuna de tus ojos duerme cada día, pues ella eres tú; siempre ha sido tú.

Su corazón huérfano, al igual que el mío, no entiende de olvidos ni abandonos, cimentaste en ellos tu nuevo hogar.

La felicidad se mueve demasiado rápido y sin embargo la tristeza lo hace tan lento...

Hoy, en una ráfaga de viento pude escuchar tu voz flotando en el aire.

Siempre serás eterno.


* A Carlos, la persona más noble que conocí en la Tierra, en el décimo aniversario de su marcha.






  • Løu Matilla
  • 12 ago 2021
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 3 mar 2023

Las palabras se desvanecen como estrellas fugaces en las noches radiantes de agosto. Su destino es ninguna parte, se quedan ahí despistadas a mitad de camino entre la atmósfera y el pavimento firme que pisamos cada silencioso día.

Las conversaciones se han vuelto confusas y el murmullo habitual de las calles empieza a personificarse en la mayor vorágine que uno puede llegar a sentir.

Desorientados y aturdidos.

Los sonidos hace tiempo que se volvieron borrosos pero nada resulta ser más luminoso que el ansia por la vida.






* Dedicado a Daniela, Sonia y Leyna y a todas las personas que, como yo, sufren problemas de audición.










  • Løu Matilla
  • 14 abr 2021
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 3 mar 2023

Allí donde todo está en calma. Donde nada ni nadie puede enredarte. Es ahí donde asoma la fuerza, sutil y turbada. Afloran entonces tus recónditos deseos.

La mano que aparta el ensortijado cabello de tu exhausto rostro.

Respiras. Un minuto de las más ansiada purificación. Tan solo queda de ti una sombra marchita, un reflejo en un charco de cristal.

Se va la vida. Y se va sin decir apenas nada.

Todo está quieto. Inmóvil. En silencio. Únicamente se oye el silbido de sus extensas aspas agitándose contra el viento. Son gigantes. O quizás no, pues nada es más gigante que el sentirse arropado en el corazón de alguien.






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